Un Año de Luto: Recordando la Muerte de Benedicto XVI
Hoy conmemoramos un año desde el fallecimiento de Benedicto XVI, quien nos dejó el 31 de diciembre de 2022 a los 95 años en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Allí, pasó sus últimos días entregado a la lectura y la oración, tras su renuncia al papado en 2013.
Sus últimas palabras resonaron en la quietud de la madrugada: «¡Signore, ti amo!» (¡Señor, te amo!). Estas emotivas palabras fueron pronunciadas alrededor de las tres de la mañana, en italiano y con voz tenue pero clara, apenas horas antes de su partida a la Casa del Padre, en presencia de un enfermero.
El Arzobispo Georg Gänswein, quien fuera su secretario personal, compartió que estas fueron las últimas palabras comprensibles de Benedicto, ya que poco después no pudo expresarse.
El Vaticano publicó el testamento espiritual de Benedicto XVI en la tarde del 31 de diciembre, en el cual pidió a todos los miembros de la Iglesia Universal que mantuvieran firme su fe y no se dejaran confundir. Tras pedir perdón «de todo corazón a los que he herido de alguna manera», se dirigió a aquellos que le habían sido confiados en la Iglesia y les instó a mantenerse firmes en la fe y no dejarse confundir.
En sus últimas palabras, pidió oraciones para sí mismo, reconociendo sus propias faltas y debilidades, para que el Señor lo recibiera en las moradas eternas. Expresó su profundo agradecimiento por las oraciones que se ofrecían en su nombre.
El 2 de enero, su cuerpo fue trasladado a la Basílica de San Pedro, y el 5 de enero se celebró su funeral en la Plaza de San Pedro, bajo una densa niebla. El Papa Francisco presidió la histórica misa fúnebre y despidió a su predecesor con profundo respeto y cariño. Antes de que el ataúd fuera ingresado a la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco se acercó y tocó el féretro, ofreciendo una sentida oración.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando el Arzobispo Georg Gänswein besó el ataúd de Benedicto XVI, y la multitud presente coreó «¡Santo Súbito!».
Benedicto XVI fue sepultado en el Vaticano, en la misma tumba que originalmente albergó los restos de San Juan Pablo II.
Joseph Aloisius Ratzinger, quien se convirtió en Benedicto XVI, fue elegido Papa en abril de 2005. Durante décadas, sirvió a la Iglesia Católica como teólogo, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal y colaborador cercano de San Juan Pablo II, a quien sucedió en el papado.
El 11 de febrero de 2013, Benedicto XVI sorprendió al mundo con su renuncia, convirtiéndose en el primer Papa en renunciar en 600 años. Explicó que lo hacía debido a su avanzada edad y falta de fuerzas para servir adecuadamente.
Ampliamente reconocido como un destacado teólogo del siglo XX, su pontificado enfrentó desafíos ante la creciente agresión ideológica y la secularización en Occidente, dentro y fuera de la Iglesia.
Benedicto XVI nació en el pequeño pueblo de Baviera, Marktl am Inn, el 16 de abril de 1927. Creció en una región conocida por su piedad y devoción mariana. Ordenado sacerdote en 1951, se destacó como intelectual y teólogo, sirviendo a la Iglesia en varios roles hasta su retiro en 2013.
Su legado perdura en las enseñanzas que compartió con la Iglesia y el mundo, y su vida de oración y estudio en el Monasterio Mater Ecclesiae es un testimonio de su amor por Dios y su servicio a la Iglesia. Benedicto XVI sigue siendo una figura reverenciada en la historia de la Iglesia Católica.
UNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP
SIGUE LEYENDO NOTICIAS EN TEKTON
